Una chica de 16 años detenida injustamente después de que su madrastra denunciara que le había robado el coche - Cuando el abuelo se enteró, se desató el infierno
La historia comienza a continuación

Mi madrastra Amanda me entregó las llaves del coche con una sonrisa falsa y me dijo: "Date una vuelta, te lo has ganado".
Era el día en que me saqué el carné y creí que, por una vez, estaba siendo decente. Unas horas más tarde, estaba esposado.
Le dijo a la policía que le había robado el coche. En comisaría, llamé a mi padre, esperando que arreglara las cosas, pero se puso de su parte y me dijo que ya no era bienvenido en casa.
Estaba destrozado, sentado en aquella fría habitación, dándome cuenta de que mi propia familia me había dado la espalda.
Pero en cuanto mi abuelo se enteró de lo ocurrido, algo en él se quebró...
Escalofríos en la estación

La comisaría estaba helada, no sólo por la temperatura, sino también por la mirada penetrante del agente Mills.
Me moví incómoda en la silla, mirando a mi alrededor, con la esperanza de encontrar una cara amiga. Pero todo lo que obtuve fueron miradas duras.
No podía creer que me encontrara en esta situación. Me retorcí las muñecas contra el frío metal de las esposas.
¿Cómo podía Amanda hacerme esto? Seguro que no le había robado el coche.
La llegada del abuelo Joe

El ambiente tenso cambió cuando el abuelo Joe irrumpió por la puerta. Su voz resonó, exigiendo respuestas. "¿Dónde está Juliette?"
, rugió, haciendo que las cabezas se giraran. Parecía una fuerza de la naturaleza, con los ojos brillantes de determinación.
Cuando su mirada se clavó en mí, que estaba allí sentada sin poder hacer nada, me invadió una oleada de alivio. Por fin alguien me creía.
El abuelo no iba a tolerar las tonterías de Amanda. Fue entonces cuando supe que las cosas iban a cambiar.
Acto de Amanda

Amanda entró en la comisaría con lágrimas en los ojos, alegando que todo había sido un gran malentendido.
Me quedé allí sentado, sorprendido, mientras ella contaba sus historias con facilidad. "No era mi intención que pasara esto"
, insistió con voz dulce. La agente Mills parecía desconcertada, mirando entre Amanda y yo. No podía creer su audacia, mintiendo con tanta facilidad.
Esperaba en silencio que el abuelo Joe se diera cuenta de su actuación tan claramente como yo.
El abuelo Joe contraataca

El abuelo Joe no se creía nada de la historia de Amanda. Le dijo al oficial Mills directamente, "Estos cargos son falsos. Ha habido un error".
Su voz transmitía autoridad y una pasión que yo no había visto antes. Se inclinó hacia delante, enfatizando su determinación de resolver el caso.
El agente Mills pareció vacilar, quizá considerando la sinceridad del abuelo. Ver al abuelo defenderme me llenó de esperanza y me demostró que la familia te apoya en los momentos difíciles.